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martes, 2 de octubre de 2012

Un accidente singular

La loco que salió a pasear

Una locoténder Clase 8C, Nº 3487, protagonizó en la playa de Ingeniero White, un singular accidente.
A la 12,45 horas, del sábado 15 de febrero de 1964, en forma sorpresiva, la locomotora mencionada, comenzó a avanzar desde el lugar en que minutos antes habìa sido detenida.
Tomando velocidad en forma progresiva, avanzó por los rieles hasta tomar la vía Nº 1, del muelle de los elevadores de chapa.
Tras  recorrer casi la longitud total del muelle, enganchó en su trayecto a 3 vagones vacíos que se encontraban estacionados en el lugar, arrastrándolos.
Uno de los vagones el Nº 18460 del FCRoca destrozó el paragolpes del extremo del muelle y cayó al agua quedando totalmente sumergido, el siguiente Nº 2916 del FCMitre, estuvo a punto de caer también, pero quedó suspendido sobre el extremo del muelle, tocando el agua, y el tercero Nº 31948 (un “Carlitos”) del FCRoca sufrió importantes destrozos, quedando prácticamente inutilizado.
También la locomotora a vapor sufrió serios daños en su parte posterior, punto de contacto con los vagones.
El recorrido total efectuado por la locomotora sin control fue de unos 1.000 metros aprox..
La Prefectura Marítima dió a conocer, en horas de la tarde, del día mencionado, un comunicado oficial sobre el referido accidente:

“ A las 12,45 hs. La locomotora Nº 3487 del FCR sin gobierno, maniobró desde el llamado “galpón chico” del galpón de locomotoras de Ingeniero White, desplazándose, a gran velocidad, por la playa de maniobras, yendo a estrellarse con un corte de vagones que se hallaba estacionado en la cabecera del muellle, del elevador sur. De resultas de la colisión tanto la locomotora como los vagones saltaron de las vías, habiéndose producido destrozos considerables en una extensión de aproximadamente 80 mts. en las maderas del muelle, así como también en las vías, paragolpes y obras ferroviarias.
Dos de los vagones se precipitaron por el borde de la cabecera del muelle, quedando uno sumergido y otro apoyado sobre el borde del mismo y el restante sobre el muelle, juntamente con la locomotora seriamente dañada.”

A pesar de que, en el lugar, se encontraban trabajando algunos obreros, éstos pudieron ponerse a salvo, al oír el avance estruendoso de la locomotora.
Justamente en el sitio en  que cayó el vagón Nº 16460, se encontraban pescando dos hombres, a bordo de una canoa, quienes al escuchar el ruido de la máquina, en su choque contra los vagones, se lanzaron al agua poniéndose a resguardo entre las columnas del muelle.
Fue detenido, a efectos del sumario pertinente, el cambista Orfilio Rosales, domiciliado en White, por haber sido el último, según las averiguaciones practicadas, que operó la máquina causante del accidente.
A efectos de recuperar el vagón sumergido y el que quedó “colgando” del muelle, las autoridades de E.F.E.A., solicitaron la colaboración de la Armada Argentina. Esta, destacó  al remolcador “Yamaña” con personal y material necesario para las tareas de reflotamiento, que se iniciaron los primeros días de abril de 1964.
El primer vagón fue izado sin dificultad, pero para extraer el vagón sumergido, buzos autónomos y de manguera debieron excavar, en el barro, un túnel por debajo del costado del vagón que estaba apoyado sobre el fondo. De esta manera pudieron pasar una cadena, para que una grúa flotante pudiera elevar el vagón.
Esta maniobra demandó varias horas de penoso trabajo, ya que la visibilidad bajo el agua era nula.
Finalmente el vagón fue izado y colocado sobre el muelle.
Estas tareas fueron dirigidas por el Tte de Fragata Oscar Carlos Albino y supervisada por el Jefe de Salvamento de la BNPB, Capitán de Corbeta Jorge A. Gopcevich


Foto LNP febrero de 1964


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