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martes, 28 de mayo de 2013

FCS y FCBAP servicio de aguas corrientes

Servicio de Aguas Corrientes a Bahía Blanca, Punta Alta e Ingeniero White.

Hasta el día 16 de octubre de 1.908, 80 años después de su fundación,  nuestra ciudad no contó con un suministro domiciliario de aguas corrientes.
Según Arturo H. Coleman este servicio fue posible solo:
cuando las empresas del Ferrocarril Sud y Pacífico emprendieron la obra, invirtiendo elevados capitales en las instalaciones, sin apoyo alguno financiero de los bahienses, primeros interesados en tal elemental beneficio.”
Lo cierto fué que hasta ese año la población de la ciudad se proveía del vital líquido mediante el agua de pozo o de los aljibes, dependiendo en mayor o menor medida de las lluvias.

En 1.907 una sequía pronunciada hizo que el F.C.S. colocara vagones  tanque con agua, en el paso a nivel lado norte de la estación B.B.S., para ser utilizada por los vecinos de Bahía Blanca. Los vagones se llenaban con agua en las estaciones  Napostá, Médanos y Sierra de la Ventana ( hoy Saldungaray).

La concesión para el suministro de aguas corrientes a la ciudad de Bahía Blanca, pueblo de Uriburía (Punta Alta) y puerto de Ingeniero White fue otorgada a los señores Dirks y Dates, por ley de la provincia de Bs. As. del 16 de mayo de 1.904, y promulgada por el Poder Ejecutivo el 19 de mayo de 1.904.
Dirks y Dates eran ingenieros holandeses que habían efectuado importantes obras en Puerto Militar.
La concesión para el suministro de agua fracasó, probablemente, por carecer los nombrados del financiamiento necesario para ejecutar las obras.

Fue entonces que el F.C.S. y el F.C.P. se ofrecieron a realizar las obras, pagando, la primera empresa, las dos terceras partes, y la otra el tercio restante.
El costo total de la obra fue de 450.000 libras esterlinas.

La ley de concesión establecía la colocación de una boca toma en el río Sauce Grande a unos 80 km. de Bahía Blanca, realizándose la conducción de agua por medio de cañerías de capacidad suficiente para obtener un suministro de 150 lts. de agua diarios por habitante.
Los concesionarios podían además, por su cuenta, expropiar los terrenos necesarios para realizar las instalaciones dado el carácter de utilidad pública de la obra.
Se estableció como base una tarifa a cobrar de un máximo de 10 centavos oro por cada 1000 lts. de agua .
Los establecimientos y oficinas públicas tanto Nacionales como Provinciales y Municipales tendrían en el consumo de agua una rebaja del 25% sobre la tarifa a rejir para el público y 50% en el consumo para riego de calles, paseos o plazas del municipio.
El Poder Ejecutivo prohibiría el establecimiento de fábricas u otras instalaciones cuyos desagues pudiesen contaminar las aguas captadas en la boca toma.
También se liberaba al concesionario de impuestos provinciales o municipales por el término de 20 años.
Asimismo, el Poder Ejecutivo de la Provincia se comprometía a gestionar ante el Gobierno Nacional la libre introducción de los materiales necesarios para la instalación completa de las aguas corrientes.
Pasado veinte años el gobierno se reservaba el derecho de expropiar las obras  y a los noventa y nueve años estas pasarían a ser propiedad del Gobierno de la Provincia sin remuneración alguna.


La obra

Fue dirigida por el ingeniero Carlos Anthony, que viajó desde Londres a tal efecto.
Con gran rapidez se tendieron las cañerías entre la boca toma y Bahía Blanca.
Los estudios técnicos eligieron en su momento el río Sauce Grande como el más conveniente por sus ventajas técnicas y por la potabilidad de sus aguas.
La cuenca aguas arriba de la boca toma cubría 102.000 Has. El brazo principal nace en el Abra de la Ventana y tiene como principal afluente al arroyo El Negro que nace a la altura de la estación  Peralta.
La boca toma, próxima a la estación Saldungaray se encontraba a una diferencia de nivel de 150 mts. con respecto a Bahía Blanca, la misma consistió en un endicamiento de 1,75 mts. de altura, construído en hormigón; en ese punto el río tenía un caudal de 3,5 m3/s.
Ese derivador permitía la captación de las aguas por medio de dos cámaras de colado que separaban en primer término las materias en suspensión, por un sistema de rejillas.
Tres cañerías 2 de 45 cm. de diámetro y otra de 53 cm., que corrían por la falda del cerro en que se apoyaba el dique, conducían el agua a las piletas de clarificación situadas a 1 km. de la toma. Antes de llegar a las piletas el agua era tratada con aluminio férrico.
Estas pileta tenían una capacidad de 11.980 m3 y el agua tardaba en recorrerlas unas 12 horas, durante  este período precipitaban las materias en suspensión.
De las piletas dos cañerías de 45 y 38 cm. de diámetro conducían el agua hasta Grunbein, al grupo de filtros y luego a los depósitos de reserva,  antes de entrar a éstos, el agua era clorada.
De Grunbein partían tres cañerías, dos proveían de agua a Bahía Blanca y la restante a Punta Alta.
En forma permanente se realizaron ampliaciones y mejoras al servicio.
Con la compra de los ferrocarriles, en febrero de 1.948, la Compañía de Aguas Corrientes de Bahía Blanca pasó al patrimonio nacional.
Arturo H. Coleman (Superintendente Divisional  de Tráfico del F.C.S.) presidió por muchos años la Comisión Local de La Compañía de Aguas Corrientes, quedando en carácter de Administrador, después de la nacionalización, hasta octubre de 1.948, fecha en que entregó a un nuevo funcionario los bienes de la empresa.
Más tarde, en el año 1.970,  se  inició la construcción de un  dique en  Paso de las Piedras cuyo embalse es el que provee de agua, en la actualidad, a la ciudad de Bahía Blanca.


1 comentario:

  1. SUPER INTERESANTE, Héctor...
    Estas son las cosas que realmente necesitamos conocer bien, así, en detalle para entender tantas cosas...

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