Servicio
de Aguas Corrientes a Bahía Blanca, Punta Alta e Ingeniero White.
Hasta
el día 16 de octubre de 1.908, 80 años después de su fundación, nuestra ciudad no contó con un suministro
domiciliario de aguas corrientes.
Según
Arturo H. Coleman este servicio fue posible solo:
“cuando las empresas del Ferrocarril Sud y Pacífico
emprendieron la obra, invirtiendo elevados capitales en las instalaciones, sin
apoyo alguno financiero de los bahienses, primeros interesados en tal elemental
beneficio.”
Lo
cierto fué que hasta ese año la población de la ciudad se proveía del vital
líquido mediante el agua de pozo o de los aljibes, dependiendo en mayor o menor
medida de las lluvias.
En
1.907 una sequía pronunciada hizo que el F.C.S. colocara vagones tanque con agua, en el paso a nivel lado
norte de la estación B.B.S., para ser utilizada por los vecinos de Bahía
Blanca. Los vagones se llenaban con agua en las estaciones Napostá, Médanos y Sierra de la Ventana ( hoy
Saldungaray).
La
concesión para el suministro de aguas corrientes a la ciudad de Bahía Blanca,
pueblo de Uriburía (Punta Alta) y puerto de Ingeniero White fue otorgada a los
señores Dirks y Dates, por ley de la provincia de Bs. As. del 16 de mayo de
1.904, y promulgada por el Poder Ejecutivo el 19 de mayo de 1.904.
Dirks
y Dates eran ingenieros holandeses que habían efectuado importantes obras en
Puerto Militar.
La
concesión para el suministro de agua fracasó, probablemente, por carecer los
nombrados del financiamiento necesario para ejecutar las obras.
Fue
entonces que el F.C.S. y el F.C.P. se ofrecieron a realizar las obras, pagando,
la primera empresa, las dos terceras partes, y la otra el tercio restante.
El
costo total de la obra fue de 450.000 libras esterlinas.
La
ley de concesión establecía la colocación de una boca toma en el río Sauce
Grande a unos 80 km .
de Bahía Blanca, realizándose la conducción de agua por medio de cañerías de
capacidad suficiente para obtener un suministro de 150 lts. de agua diarios por
habitante.
Los
concesionarios podían además, por su cuenta, expropiar los terrenos necesarios
para realizar las instalaciones dado el carácter de utilidad pública de la
obra.
Se
estableció como base una tarifa a cobrar de un máximo de 10 centavos oro por
cada 1000 lts. de agua .
Los
establecimientos y oficinas públicas tanto Nacionales como Provinciales y
Municipales tendrían en el consumo de agua una rebaja del 25% sobre la tarifa a
rejir para el público y 50% en el consumo para riego de calles, paseos o plazas
del municipio.
El
Poder Ejecutivo prohibiría el establecimiento de fábricas u otras instalaciones
cuyos desagues pudiesen contaminar las aguas captadas en la boca toma.
También
se liberaba al concesionario de impuestos provinciales o municipales por el
término de 20 años.
Asimismo,
el Poder Ejecutivo de la
Provincia se comprometía a gestionar ante el Gobierno
Nacional la libre introducción de los materiales necesarios para la instalación
completa de las aguas corrientes.
Pasado
veinte años el gobierno se reservaba el derecho de expropiar las obras y a los noventa y nueve años estas pasarían a
ser propiedad del Gobierno de la
Provincia sin remuneración alguna.
La obra
Fue
dirigida por el ingeniero Carlos Anthony, que viajó desde Londres a tal efecto.
Con
gran rapidez se tendieron las cañerías entre la boca toma y Bahía Blanca.
Los
estudios técnicos eligieron en su momento el río Sauce Grande como el más
conveniente por sus ventajas técnicas y por la potabilidad de sus aguas.
La
cuenca aguas arriba de la boca toma cubría 102.000 Has. El brazo principal nace
en el Abra de la Ventana
y tiene como principal afluente al arroyo El Negro que nace a la altura de la
estación Peralta.
La
boca toma, próxima a la estación Saldungaray se encontraba a una diferencia de
nivel de 150 mts. con respecto a Bahía Blanca, la misma consistió en un
endicamiento de 1,75 mts. de altura, construído en hormigón; en ese punto el
río tenía un caudal de 3,5 m3/s.
Ese
derivador permitía la captación de las aguas por medio de dos cámaras de colado
que separaban en primer término las materias en suspensión, por un sistema de
rejillas.
Tres
cañerías 2 de 45 cm .
de diámetro y otra de 53 cm .,
que corrían por la falda del cerro en que se apoyaba el dique, conducían el
agua a las piletas de clarificación situadas a 1 km . de la toma. Antes de
llegar a las piletas el agua era tratada con aluminio férrico.
Estas
pileta tenían una capacidad de 11.980 m3 y el agua tardaba en recorrerlas unas
12 horas, durante este período
precipitaban las materias en suspensión.
De
las piletas dos cañerías de 45 y 38
cm . de diámetro conducían el agua hasta Grunbein, al
grupo de filtros y luego a los depósitos de reserva, antes de entrar a éstos, el agua era clorada.
De
Grunbein partían tres cañerías, dos proveían de agua a Bahía Blanca y la
restante a Punta Alta.
En
forma permanente se realizaron ampliaciones y mejoras al servicio.
Con
la compra de los ferrocarriles, en febrero de 1.948, la Compañía de Aguas
Corrientes de Bahía Blanca pasó al patrimonio nacional.
Arturo
H. Coleman (Superintendente Divisional
de Tráfico del F.C.S.) presidió por muchos años la Comisión Local de La Compañía de Aguas
Corrientes, quedando en carácter de Administrador, después de la
nacionalización, hasta octubre de 1.948, fecha en que entregó a un nuevo
funcionario los bienes de la empresa.
Más
tarde, en el año 1.970, se inició la construcción de un dique en
Paso de las Piedras cuyo embalse es el que provee de agua, en la
actualidad, a la ciudad de Bahía Blanca.
SUPER INTERESANTE, Héctor...
ResponderEliminarEstas son las cosas que realmente necesitamos conocer bien, así, en detalle para entender tantas cosas...